Cuando hablamos de autos, tenemos que tener claro que cuanto más lo cuidemos, mayor será el tiempo que podamos disfrutarlo. No solo se trata de preocuparnos por el aspecto exterior, sino también por su engranaje interno, ya que está compuesto por numerosos elementos.
Los neumáticos, el motor, el aceite, los discos de freno… ¡tienes que estar atento de muchos factores! Por eso, además de cuidar nuestro estilo de conducción y mantenernos atentos a los avisos que da nuestro auto, es importante hacer revisiones y mantenimientos periódicos para asegurar que todo funciona de manera óptima. En esta ocasión, conoceremos más sobre el filtro antipartículas, para qué sirve y cuándo y cómo debemos limpiarlo para asegurar que nuestro auto nos acompañe durante muchos más kilómetros. ¡Empezamos!
¿Qué es el filtro antipartículas y para qué sirve?
El filtro antipartículas, también denominado FAP o DPF, es un dispositivo localizado en el tubo de escape. Su misión es la de retener las partículas generadas por los motores y, así, contribuir a reducir las emisiones provocadas por los autos. Por lo general, se trata de un filtro que se localiza desde hace unos pocos años en los autos diésel, para evitar la expulsión de partículas contaminantes y humo negro excesivo.
Estas partículas recogidas por el filtro se eliminan a través de un proceso llamado regeneración, donde se queman hasta convertirse en gases no dañinos. Durante este proceso es necesario alcanzar una velocidad más o menos alta, que asegurará una temperatura adecuada para que estas partículas se quemen.

Cómo limpiar el filtro antipartículas y evitar averías
Como todo elemento del auto, el filtro antipartículas también puede tener averías y fallos, sobre todo al tratarse de un elemento sometido a un uso constante. Como imaginarás, con el paso del tiempo y los kilómetros recorridos, el filtro antipartículas va acumulando hollín. Por eso, lo más común es que se produzca algún atasco u obstrucción. Estas obstrucciones suelen originarse al interrumpir en varias ocasiones el proceso de regeneración, que es lo más parecido a la limpieza del filtro que podemos realizar.
El problema es que la regeneración se realiza de manera automática y, en la mayoría de ocasiones, los conductores no son conscientes de que se está produciendo, a no ser que cuenten con un aviso en su auto. Otra manera de saber si se está produciendo la regeneración es detectar un mayor consumo de combustible, aunque darnos cuenta puede ser complicado. Por eso, es posible que de manera involuntaria se interrumpa este proceso, dando lugar a atascos, averías y menor rendimiento del motor.
Para evitar obstrucciones y realizar correctamente la “limpieza” del filtro antipartículas, te recomendamos no apagar el motor durante este proceso y asegurarte de cumplir con las revisiones del auto para evitar y detectar posibles problemas en el filtro. Asimismo, evita los trayectos cortos y realiza de vez en cuando un recorrido largo por carretera para ayudar al proceso de regeneración, al menos durante 15 kilómetros a 60km/h o más y a unas 2.000 o 3.000 revoluciones por minuto (rpm).

¿Qué hacer si el filtro antipartículas se atascó?
Lo mejor es acudir directamente a un taller para que un mecánico experto lo revise. Allí, podrán evaluar la obstrucción e, incluso, hacer una regeneración forzada del filtro. También pueden emplear otro tipo de tratamientos para limpiar el filtro, como los tratamientos térmicos y limpieza a presión o el uso de productos químicos.
En caso de que el filtro de nuestro auto haya llegado al fin de su vida útil o de que dejemos pasar el problema y continuemos manejando el auto, es posible que nuestro filtro se bloquee permanentemente y tengamos que sustituirlo por uno nuevo. En el peor de los casos, puede que este problema acabe originando daños en el motor y la avería sea más complicada y cara de solucionar. ¡Evita llegar a este punto!
Ahora que ya sabes un poco más sobre el filtro antipartículas, solo nos queda darte un último consejo. La mejor manera de asegurar el buen funcionamiento y rendimiento de tu auto es realizar los mantenimientos y las revisiones periódicas. Igualmente, si detectas algún fallo, avería o comportamiento inusual en tu vehículo, no dudes en contactar con un mecánico de autos en Bogotá, que te ayudará a detectar y solucionar el problema antes de que sea tarde. ¡Así podrás disfrutar de tu auto por más tiempo!
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