A la hora de cuidar la decoración de casa, todos los detalles son importantes. Muebles, colores, plantas, textiles… Sin embargo, uno de los trucos que aportan más personalidad a nuestro hogar es decorar con cuadros.
Esta es una manera bonita y creativa de adornar nuestras paredes, crear espacios más personales y conseguir un entorno más acogedor. Existen varios factores que tenemos que tener en cuenta a la hora de decorar con cuadros: la forma, el tamaño, la localización y, sobre todo, una buena composición de cuadros. Esto puede hacer que nuestra pared se vea mejor y permitirá potenciar los puntos fuertes de nuestro hogar. Para decorar como un experto, presta atención a estos trucos que te ayudarán a decorar tus paredes con cuadros. ¡Toma nota!
Elegir el tamaño adecuado
Ya sea uno, dos o varios cuadros, debes pensar bien el tamaño antes de instalarlos. Ten en cuenta que debe ser proporcional a la zona en la que vas a situar el cuadro (o la composición de cuadros). En un espacio muy pequeño, un cuadro muy grande resultará agobiante; mientras, en un espacio muy grande, una composición muy pequeña no destacará. Igualmente, en una pared pequeña no solo deben ir cuadros pequeños, lo mejor es que los combines con medianos. Si te decides por esta opción, te recomendamos probar primero en el suelo o sobre la pared, sin hacer agujeros. Solo cuando estés seguro y convencido, instala tus cuadros.
Atención a los marcos
Para esta decisión, recuerda siempre que menos es más. Si la imagen o pintura que quieres exponer es muy llamativa, elige un marco más sencillo y discreto. Por el contrario, si es una ilustración sencilla o con colores suaves, puedes potenciarla con un marco más llamativo.
Si quieres crear un estilo más desenfadado, también puedes mezclar los marcos, tanto la forma como el color. Esta es una opción más arriesgada, pero puede dar lugar a una composición de lo más original. Si te gusta la idea, pero no quieres arriesgarte de más, combina colores básicos, por ejemplo, marcos en color madera clara y marcos negros. ¡Es elegante y un acierto seguro!
Otra opción, para aquellos cuadros que son muy llamativos por sí mismos, es no utilizar marcos. Así centrarás toda la atención en la obra.
¿Y dentro del cuadro?
Este punto es más personal, por lo que tendrás que tener clara la idea de lo que quieres enmarcar. Pueden ser fotografías personales, paisajes, lienzos, pinturas, formas… Una buena idea es combinar los colores del cuadro con muebles para integrarlos en la decoración. Procura que haya cierto contraste con la pared para que el resultado no sea demasiado monótono y homogéneo.
Si vas a hacer una combinación, existe un truco que nunca falla. Elige una temática, unas formas o un color dominante para que haya total armonía. Pueden ser lienzos sobre la naturaleza, animales, motivos marineros, fotografías en blanco y negro, ciudades, líneas geométricas… ¡crea una conexión entre ellos!

¿Dónde colocarlo?
Existen muchísimas opciones para colocar tus cuadros y todas ellas conseguirán que la zona elegida destaque y llame la atención. Un buen lugar es colgarlo sobre un sofá, pero ten en cuenta que la medida del cuadro (sean uno o dos) o de la composición no debe ser más ancha que el sofá. Lo mejor es que queden centrados, a una altura de 20 ó 30 centímetros del sofá, en función de la altura del techo.
Puedes colocarlos sobre un mueble, en la entrada de la casa o en una zona de paso, donde aportarán personalidad. Otra opción muy de moda es colgar cuadros sobre el cabecero de la cama, creando una composición y combinando el lienzo con la ropa de cama o el color predominante en el dormitorio (azul, verde, rosa, grises, madera…).
También puedes apoyarlos sobre un mueble o sobre unas estanterías, ya sea un cuadro o varios. Esto te permitirá cambiarlos mucho más a menudo, jugar con ellos y crear composiciones de manera más sencilla, incluso mezclándolos con otros objetos decorativos o plantas.
Ten en cuenta que el lugar en el que sitúes tus cuadros destacará en gran medida, por lo que piensa bien en qué pared quieres situarlos y qué quieres que llame la atención.
¿Un truco? Sitúa el cuadro a la altura de los ojos o a alguna altura media, por ejemplo 1,60 cm. Por último, si creas una composición de cuadros, ten en cuenta la distancia entre ellos. Cuanto más grandes, más distancia deberás dejar para que entre ellos haya algo de aire y no resulte excesivo. Una buena base es dejar unos 5-10 centímetros entre ellos.
Un cuadro protagonista
La opción más sencilla de todas es decorar tu pared con un gran cuadro. Esta opción parece simple, pero creará un gran foco de atención sobre la pared en la que sitúes tu cuadro.

Por parejas
Esta segunda opción también parece lógica. Colocar dos cuadros, uno al lado del otro, te ayudará a aportar equilibrio y orden.

Composiciones de cuadros
¿Quieres instalar más de un cuadro? Crear una composición de cuadros puede resultar una tarea un tanto complicada, pero existen algunos trucos que te ayudarán a crear tu propia y perfecta composición. No importa que sean de diferentes tamaños o formas, puedes combinarlos y quedarán perfectos. Para conseguirlo, puedes seguir estas ideas:
- Composiciones simétricas: quizá sea de las más sencillas y clásicas, ya que tan solo tienes que situar varios cuadros de las mismas características y de manera ordenada. Cuatro, seis, ocho… ¡los que quieras! Además de decorar, transmitirán orden y equilibrio. En esta línea, una de las composiciones que más destacan es la composición tres en raya. Se trata de una composición de 9 cuadros, donde situamos uno en el centro y los demás alrededor, dando una sensación visual de orden.

- Composición en vertical: ¿quién dijo que solo podías colocar los cuadros uno al lado del otro? Sitúalos uno encima del otro para crear la sensación de que tus techos son más altos. También puedes conseguir esta sensación situando tres cuadros alargados seguidos.

- Con cuadros de diferentes formas: ¿quieres huir de lo convencional? Entonces apuesta por diferentes formas y tamaños. Incluso puedes añadir espejos redondos o platos para crear una composición original y llena de personalidad.

- Composición a dos ritmos: parece sencilla, pero es una composición estudiada y que aporta mucho estilo. Tan solo tienes que hacerte con cuadros de 2 tamaños diferentes, uno algo más alargado y otro cuadrado. Después, ve intercalando sus posiciones: arriba alargado y abajo cuadrado, después al lado sitúa el cuadrado arriba y el alargado abajo, etc.

- Molinillo de viento: si tienes cuatro cuadros idénticos, pero no quieres crear una composición simétrica, apunta esta combinación. Colócalos a modo de molinillo de viento, es decir, uno en vertical y el de abajo en horizontal. Después, el de arriba en horizontal y el de abajo en vertical. ¡Sencillo, pero dinámico!

- Composición en espiral: o lo que es lo mismo, sitúa tus cuadros siguiendo la proporción áurea. Añade un cuadro de referencia en la pared y, después, sitúa el resto alrededor, creando imaginariamente la forma de una espiral

¡Listos para instalar cuadros! Con estos trucos seguro que tus cuadros y las composiciones que hagas con ellos triunfarán y darán un toque muy personal a tu casa. Estudia bien el espacio en el que quieres instalarlos, así como el contenido de los cuadros para conseguir una armonía con el resto de la decoración. Para hacer estas tareas más sencillas, recuerda que en timbrit puedes encontrar decoradores de interiores en Bogotá, así como instaladores de cuadros y muebles. ¡Tu casa lucirá increíble!
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