Utilizar cerámica como revestimiento de pisos y paredes es una técnica bastante frecuente, no solo porque embellecen espacios como el baño y la cocina, sino porque además su limpieza es muy fácil, lo que aporta tranquilidad y confort.
Un dato básico que debes tener presente sobre la cerámica, ¡es que ensuciarla es tan fácil como limpiarla! Por eso, aunque su mantenimiento sea práctico, puede que no sea suficientemente duradero. Si una de tus prioridades es conservar siempre reluciente la cerámica de tu piso, el primer consejo que te damos es que la laves con regularidad.

Lamentablemente, en las separaciones que hay entre cerámicas se acumula más suciedad y con el tiempo empiezan a oscurecerse. Así que, si aseas tu piso de manera superficial, tu limpieza será en vano. Entonces, ¿cómo limpiar esas separaciones? ¡Tenemos el consejo perfecto!
Lo primero que debes hacer es eliminar el polvo y otras partículas del piso con una escoba o aspiradora. Luego puedes proceder a limpiar las separaciones de la cerámica usando un cepillo de dientes viejo o esos que tienes en casa para pulir tus uñas, cualquiera de estos funciona, pero deben tener las cerdas medianamente duras para lograr el objetivo. Humedece el cepillo con una solución de bicarbonato y vinagre blanco o crema dental y cepilla las separaciones hasta blanquearlas.

Para cerrar con broche de oro y lucir un piso impecable, usa un trapeador o una mopa para fregar toda la superficie con algún detergente o producto de limpieza de tu preferencia. ¡Y a pulir hasta que brille tanto como desees!

¡Y listo! Siguiendo estos pasos conseguirás mantener siempre tus pisos y paredes de cerámica siempre limpios. Pero, aunque parezca una tarea sencilla, recuerda que siempre puedes buscar el apoyo de profesionales especializados en este tipo de trabajos. Solo tienes que hacer tu solicitud en timbrit y encontrar la ayuda que necesitas para mantener tu hogar impecable. Y si aún no tienes timbrit, ¡descárgala gratis aquí!